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Pido Perdón por Aquello que Soy

Pido perdón por aquello que soy
















Pido perdón por aquello que soy














Pido perdón por aquello que soy





Corrí, busque en las diatribas de mis sentidos
hallando refugio en un bosque,
me vi traicionadome a mí mismo, buscando mentiras,
mentiras que adoraran las palabras, más no lo hechos,
ni mi ser, yo caí cautivo de mi propia traición,
pues solo se ama a un corazón, y no a almas de papel.


Sin resuello, llorando, la traición se volvió estaca
puse los brazos alrededor de un árbol
apoyé la cabeza en la corteza áspera
y después que mi propia avaricia me sometiera
sangre broto, supe que es el dolor, dolor que atormento a otros
y dije, árbol, protégeme, soy niño que no sabe dónde ir.


La agrura me roció el talante de mi cabello con partículas de plata.
y de los confines de la heredad se alzó un céfiro,
que resquebrajo, lo que antaño era un buen hombre,
para convertirme en mero carroñero que buscaba carnaza,
fue una cresta de mar monumental, esmeralda,
la que estalló y se derrumbo en mis fundamentos,
dándome el merecido castigo que me pertenecía, por traicionar,
y por traicionarme.


Imploré, supliqué:¡vela mi ser, por favor!
Mas el viento sin piedad me arrancó la túnica y el temporal me golpeó.
Infantes regueros rasgaron mi tierra,
inundándome de mis propios arbustos caídos,
ramas rotas de árbol que las mentiras pudrieron el árbol de mi vida.
Mi suelo cayó capturado de un arrebato: una parodia de naufrago
bullendo en una gruta sin aire, por fin me encontré ante mi yo .



Y solamente ante mí,
-me sentí un gusano, una lombriz, desgraciada cigarra-
estaba vivo y aterrado, esperando el veredicto justo de mis crímenes.



Pero una gloria sentida en el deseo profundo de mi alma
aconteció ese día angosto, en el que uno espera casi sin convicción,
que un ente superior, lo libre del patíbulo.


Ulteriormente, no sé por qué razón lo ignoro, me sentí triunfal.
Es justo, acabar conmigo, grité, y corrí, a la intemperie,
sin rumbo defino, sin destino y tal vez este, o una mano poderosa
me condujo, sobre las sierras donde mana el agua y el viento es puro,
encontré mi útero, el lugar donde empezó todo,
y una lágrima sentida en el interior de mi ignorancia,
meció el dolor dando sentido a todo, dándole forma, significado y significancia.


Y la tempestad cesó: el sol extendió sus alas
y tuve un destino, un corazón al que querer,
en el lago plateado de sus ojos, encontré la respuesta.
Me hurgué la cara: enrojecido, vergonzoso, y fui acogido
y todas las ramas de mi ser se acunaron al unísono y, exquisitamente, rieron.


Encontré un halo de felicidad, una esperanza perdida,
una piel que jamás creí volver a tocar,
solo había una cognición entre la felicidad de mi alma y el nirvana,
la confesión, el entonar el mea culpa, el declararme culpable,
el volver a ser un ser sencillo, humilde,
el prometer deshacerme de las vanidades que me han consumido,
y que han convertido la luz en oscuridad.




-Soy culpable de no haber sido fiel a mis principios,
culpable por dejarme dominar por el odio,
a mentir, a utilizar subterfugios para justificar lo que no es justificable-


De todo eso soy culpable, y pido perdón, y hago contrición por el daño,
ya mis consecuencias tal vez sean, son tal vez irreparables,
no busco un perdón absoluto que exima del dolor causado,
más si el reconocimiento de que en la penitencia esta la sabiduría.


Ella lo cambio todo, me conto que un punto en una hoja en blanco
tenía el significado de infinitos anatemas y de inmensas sabidurías,
ella, ser que no merezco, cree que soy ser admirable,
pero la auténtica realidad, es que yo jamás seré tan puro como ella,
ella, me enseño algo tan simple como verdadero,
que en la inmensidad, un punto no es nada, solo un sitio de color distinto.


Tantas palabras he escrito, tantas frases,
verdades mentiras, arrullos, gritos
he escrito te quiero, te amo, tantas letras,
como sentimientos, tantas verdades,
como mentiras, y al final de esta encrucijada,
cuando la hora de la verdad debería ser eterna,
y con sello de cera rubricar mi más hermoso pensamiento,
no hay palabra con la que pueda finalizar,
ser creíble.


En un acto no sé si audaz, no sé si mediocre,
no aspiro que me creas, ni que ames eternamente,
ni tan siquiera a que me quieras,
solo deseo que rías a mi lado, que llores conmigo,
que tengas miedos mi lado y yo te reconforte,
que huelas la misma flor y que el tiempo tal vez un día
lastre tu mano sobre mi mejilla, y que sepas que el silencio,
de mi boca, es simplemente, verdad.




















Polaris30 de agosto de 2017

7 Recomendaciones

6 Comentarios

  • Azuldiferente

    Nunca paras de sorprenderme. Un saludo.

    31/08/17 12:08

  • Picaso

    Como siempre genial, maestro de las letras, me alegro verte por aquí de nuevo.

    31/08/17 12:08

  • Norma

    Pol, muy duro pero muy bueno, como siempre
    un abrazo

    31/08/17 05:08

  • Polaris

    Gracias a todos por vuestros comentarios, mil gracias.


    Pol.

    31/08/17 11:08

  • Chay

    Pides perdón?..... Perdón te pido yo,por no haber sabido de tí antes....grata sorpresa,ante esta pluma de dioses..Grandioso,Pol.

    27/09/17 01:09

  • Polaris

    Pido perdón, como los Lamas hacen al acostarse, por los insectos que han podido matar sin darse cuenta, pido perdón por si hice daño a alguien sin saberlo, pido perdón porque pedir perdón te hace humilde, y la humildad engrandece lo pequeño y ensalza lo grande.

    Pido perdón por aquello que soy, un ser imperfecto lleno de imperfecciones que aspira solo a que su último segundo sea un segundo de paz.

    Pol.

    30/09/17 01:09

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