Diminuta y linda como un lucero;
Breve frente, risa de cascabel;
Corazón bueno, de bronce la piel,
su voz era un beso al decir te quiero.
Pelo azabache, manzanas sus pechos,
que retaban firmes a cierta ley,
la Princesa Maya me hizo su Rey
y me abrasó en el fuego de su lecho.
Pero aquel monarca quemó la nube
donde vivían la Princesa y El
y la gris realidad les fue enfriando.
De tanto joder todo lo que tuve,
tuve que asumir el rol de perder,
si eres cigarra morirás cantando.
la Princesa Maya me hizo su Rey
y me abrasó en el fuego de su lecho...maravilloso homenaje prometido a Voces , a sus ancestros, ella seguro quedara fascinada.Beso admirativo.
09/02/11 05:02
Lamento rectificarte, Queridísima NORAH, pero esta poesía no es la prometida a Voces. Ya la tenía escrita antes de la promesa, lo que ocurre es que coincidió en el tiempo. Ella lo sabe. Esta está dedicada a otra mujer guatemalteca (quiché), con la que tuve una relación muy intensa (quizá demasiado) hace ya bastantes años. La prometida a Voces está pendiente, y el Tano cumple sus promesas.
Es lindo eso de que te haya hecho leer sobre Guatemala. Yo tambien, cuando leo alguna cosa vuestra con alguna alusión a algun sitio o a algo que desconozco, corro a informarme. Me ayuda a identificarme mejor con lo que estoy leyendo y además siempre que se aprende algo nuevo es gratificante.
Me alegra mucho que te haya gustado y te agradezco un montón que seas tan fiel a mis escritos.
¡Besazos, Tesoro!
10/02/11 02:02
Tanito, intenso debió de ser, pero fue, y no pudo seguir siendo ... A veces el fuego consume a ambas partes, y no sólo a una, da igual las razones, pues estas también fueron, y en el pasado quedan.
Un soneto lleno de corazón, amigo. Doble mérito.
11/02/11 11:02
Gracias, bella amiga DANAE. Efectivamente el fuego arrasa con todo sin discriminar. Lo que ocurre es que a veces es provocado descaradamente por una de las personas y luego lo pagan los dos. Lo bueno sería que despues solo quedara tristeza en el corazón, y nunca resentimiento (reacción lógica de la parte "inocente"). Pero eso nunca se puede saber, pues hay gente tan buena que es incapaz de sentir odio. Esto es un alivio para el "malo", cuando debería ser un motivo más de penitencia. Pero, como muy bién dices tu, lo pasado, pasado está. Y yo añado: A lo hecho, pecho.
Me siento halagado una vez mas por la fidelidad y la buena opinión que tiene de mis escritos una artistaza como tú.
¡Muuuchooos besos, Corazón!.
12/02/11 03:02
Tanito:
Tanito:
La Mujer Quiché, guatemaltecas, capaces de alabar al Quetzal descansando su alma en su cantar. Carácter femenino capaz de enredar raíz de esa que "crece hacia la luz humana". Imposible no enamorarte de ella, pues seguro es una de las bellas orquídeas que pare mi tierra. No me extraña que aún la lleves dentro pues el viento es su aliado y, tomando en cuenta el don maravilloso que tienes, ella, de cara al cielo se hace sentir con claros murmullos.
Sublimes tiempo y espacio en el que una Princesa Maya te hizo su Rey.
Un abrazo desde mis hojas sencillas polinizadas con la belleza de tu poesía.
15/02/11 04:02
¡Aaayyy, VOCES!. Otro comentario tuyo que me enciende el interruptor de los suspiros. Esto no es un comentario, es una lección de sensibilidad y belleza al escribir. Para enmarcar, reina. Emocionante.
Siempre he tenido un desacuerdo con algo de tu tierra.
El Quetzal es un ave maravilloso, mitológico y a la vez real, existe. Es bello, simbolo de libertad, hermosura y colorido, con su imponente cola serpenteante que preside, ufano, la bandera de tu país. Muy difícil de ver. En esto (difícil de ver) es en lo único en que se parece al otro Quetzal (la moneda), que como toda moneda simboliza el pragmatismo mas detestable, el origen de odios y derramamiento de sangre, la especulación voraz etc. Todo lo contrario que el espectacular ave. Aún conservo un billete, como bello recuerdo personal, que no perderé nunca. Ya se que no es necesario nada material para no olvidar los recuerdos hermosos, pero este tiene su historia especial.
Creo que deberiais convencer a los gobernantes guatemaltecos para que cambiaran el nombre de la moneda. Así no habria esa desafortunada coincidencia entre dos cosas tan contrapuestas y seguro que los pocos Quetzales que aún sobreviven serían más felices.
¡Mil gracias y mil besos, tesoro!
16/02/11 02:02
Bocanada de vida la que me dan tus visitas, Querida SETE. Se trata de un soneto. De vez en cuando me encanta escribir algún soneto. Fue lo primero que me entretuvo leyéndolo, pues son ligeros de digerir y además tienes que currartelo mucho (por lo menos yo, que me cuesta bastante parir algo) con la métrica y la rima. Por azar de chaval, habia ido a galerias preciados a mercarme algun disco, y además misteriósamente, jajaja, salí con dos o tres libros en los bolsillos. Uno era un libre de sonetos de "Lope" (ese creo que sabía un poco del tema, ¿no?). Yo pensé: ¡vaya ladrillo que he pillao!. Por curiosidad me puse a ojearlo, y terminé leyéndolo casi de tirón. Me daba verguenza contárselo a los colegas.
Así que ya ves, mi afición a los sonetos proviene de un acto delictivo. Casi paradójico.
La temática no es más que otro de los "gloriosos" triunfos-cagadas que han jalonado mi loca vida, pero eso si, vividos con pasión y verdad durante el desarrollo de los hechos.
¡Mil besos, hermosa poeta!
13/05/11 08:05