Sea mÃa tu rosa de los vientos,
pues mi peregrinaje transcurre
entre los puntos cardinales,
de tu corazón generoso
y la bendición de tu cuerpo.
¡Siembra tus aires
en mi pecho abierto!
P...
Dos que son Uno,
ilustres hacedores
de un ParaÃso soñado.
Tú allá en el cielo
elevándote en tu credo
sobre la boca del hollÃn;
negrura que devora las nubes
con la frialdad de sus llamas...
Azufre,
resbalando por el rostro
de los dioses
y fecundando
un jardÃn
de flores muertas.
Al milagro
de la vida,
yo le llamo muerte;
mientras,
lo terrenal
sucumbe
bajo el peso
de u...
Sea mÃa tu rosa de los vientos,
pues mi peregrinaje transcurre
entre los puntos cardinales,
de tu corazón generoso
y la bendición de tu cuerpo.
¡Siembra tus aires
en mi pecho abierto!
P...
Fugaz
como la brisa nocturna,
una sombra se me llevó
tu alborada,
privándole a mis ojos
del rocÃo
de la mañana.
Arena
deslizándose por mi rostro,
hasta caer en dos pozos
sin fondo......